Mark Nepo, un reconocido poeta, escritor inspirador y maestro espiritual, define la palabra confianza como la habilidad de seguir nuestro corazón. Él considera que para desarrollar confianza personal tenemos que restaurar la habilidad de seguir lo que nos dice el corazón. De acuerdo con Nepo la confianza es como el sol que siempre está ahí, aún cuando a veces no podemos verlo, por lo cual solamente necesitamos restaurar esa confianza cada vez que la perdemos. Todos nosotros perdemos la confianza en diferentes momentos de nuestra vida. Es parte de nuestra condición humana.
Algunas veces perdemos la confianza en la gente porque juzgamos cuáles podrían ser sus verdaderas intenciones, perdemos la confianza en nuestras habilidades cuando no hemos practicado alguna de ellas, por largo tiempo, o a medida que envejecemos; perdemos la confianza en la vida cuando las cosas no resultan como esperamos, o como nos gustaría que sucedieran. ¿Porqué perdemos la confianza? Existen múltiples razones, pero quisiera resaltar un par de ellas:
- MIEDO. El miedo es lo opuesto a la fe. Fe es una parte central de la confianza, así que la fe y el miedo no pueden estar juntos . Hay un acrónimo en inglés para la palabra FEAR (Miedo en inglés) Falsa Evidencia Apareciendo Realidad. F.E.A.R – M.I.E.D.O es una ilusión creada por la mente que viene de experiencias negativas del pasado.
- RESISTENCIA. Nosotros nos resistimos a cooperar con las fuerzas naturales de la vida y no las dejamos fluir libremente y desdoblarse a través nuestro. Hay dos principales razones por las cuales nos resistimos: 1) La no aceptación de las cosas que no podemos cambiar. 2) Ignorar la guía del Espíritu Divino que vive dentro de nuestro corazón. Las cosas pueden lucir mal en el momento, pero Dios tiene un plan mejor para nosotros. Tenemos que dejar ir las ideas preconcebidas, los pensamientos y creencias del pasado y permitir que el espíritu tome el timón de nuestra vida.
La vida es una danza compuesta de diferentes ritmos que vienen y van, pero nosotros siempre somos la misma persona nacida para ser lo que debemos ser y deberíamos aprender a danzar al ritmo que está sonando en el momento. Algunas veces será gozoso y hasta arrebatador, otras el ritmo puede ser triste, doloroso, o pacífico, pero es nuestra decisión confiar en el proceso de la vida o resistirnos y sufrir. Para ganarle la batalla a nuestra propia resistencia podemos seguir el ejemplo de la naturaleza. Observa las palmas cuando van a través de una tormenta. En lugar de crear resistencia al viento, las palmeras usan sus habilidades para doblarse y danzar al ritmo del ventarrón, siguiendo su dirección con la máxima flexibilidad. para no ser destruidas por el vendaval. Qué magnífica lección de adaptación a las circunstancias.
Mientras pensaba sobre el poder de la confianza para escribir este artículo, me di cuenta de los muchos milagros que he pasado por alto a lo largo de mi vida, sin ni siquiera estar consciente de ellos y los cuales hubieran sido suficientes para restaurar mi confianza en el supremo poder que me mantiene respirando día y noche. ¿Alguna vez has pensado conscientemente en cómo tu cuerpo digiere tu comida sin tu intervención? ¿Quién cuida de tu respiración mientras duermes y quién mantiene tu sangre circulando correctamente mientras descansas? ¿Cómo tu cuerpo se sana por sí mismo cuando tienes un pequeño corte en tu dedo? ¿Puedes reconocer todos estos milagros? La respuesta a todas estas preguntas quizá pueda ayudarte a restaurar tu confianza en el proceso de la vida.
Un gran apoyo para liberarte del miedo y la resistencia es la Meditación de conciencia plena “Mindfulness”
Esta meditación se trata de vivir en el momento presente; es conectarte con tu yo interior dentro de tu corazón y aceptar tu vida como es, no como quisieras que fuera. “Mindfulness” te ayuda a sentir auto compasión cuando estás luchando para restaurar tu confianza. También te ayuda a entrar en contacto con tu intuición para desarrollar confianza en ti mismo y en los demás. A través de la meditación de conciencia plena aprendemos adaptación, flexibilidad, aceptación y balance, entre muchas otras cualidades. Yo solamente me estoy refiriendo a aquellas que son necesarias dentro del proceso de restaurar la confianza.
Me gustaría compartir una historia que me envió una amiga y familiar que aprecio mucho:
“Tú nunca sabes de lo que pudo haberte salvado tu peor momento de mala suerte”
Cormac McCarthy ( Frase traducida)
En India hay mucha gente que va a trabajar en su bicicleta; por causa de que las rutas están en muy malas condiciones, los pinchazos de llanta son muy comunes. Algunas vecesverás a un reparador de llantas, sentado en una tienda temporal bajo un rústico pedazo de hierro y un letrero que dice “Aquí se arreglan llantas”. Si tú estás tratando de llegar a tu trabajo y se te pincha la llanta de tu bicicleta podrías considerarlo mala suerte. ¿Pero cuál piensas tú que es la oración cada mañana del hombre que arregla llantas? ¡La mala suerte de un hombre es la bendición de otro!
Frecuentemente, nosotros categorizamos los eventos en nuestra vida como “buenos” o “malos”, pero sin tener completo conocimiento de cada cosa no podemos realmente decir qué es bueno o malo. Esto me recuerda la vieja historia de Abe, (una versión de esta historia se encuentra en el libro “La Práctica de la Felicidad” de John Kehoe’s). Abe vivía en una tierra lejana al pie de una montaña cerca a una pequeña villa; los aldeanos lo consideraban tonto porque hablaba en acertijos.
Un día un escalador lastimado logró llegar desde la montaña a la casa de Abe, quien lo hizo seguir, le entablilló la pierna y le ayudó a ponerse de pie.
Cuando la pierna del escalador sanó, se despidió de Abe y una semana más tarde un caballo llegó con una nota del escalador agradeciéndole por haber cuidado de su pierna. Cuando los aldeanos escucharon acerca del caballo le dijeron a Abe: “Qué suerte tan maravillosa, qué buena fortuna es tener un caballo” ¿Quién sabe si es buena suerte? Respondió Abe; Quizá es mala suerte. ¿“Cómo puede ser mala suerte? murmuraban los aldeanos burlándose de Abe. Tú no tenías un caballo; ahora tienes uno”. Abe gastó todos sus ahorros en una silla nueva para ponerle al caballo. Pasó toda la tarde ensillándolo y luego se sentó a descansar. El caballo saltó la cerca y huyó. Cuando los aldeanos escucharon lo que le había pasado le dijeron a Abe: “Qué terrible suerte perder tu caballo y la silla” ¿Quién sabe? Respondió Abe, “Quizá es buena suerte”. ¿“Cómo puede ser buena suerte?” ellos replicaron, “tenías un caballo y una silla y ahora no tienes nada”
Abe solamente frunció sus hombros.
Dos semanas más tarde, Abe estaba en su casa almorzando cuando escuchó relinchos de caballos. Miró por la ventana y vio al caballo que había escapado que regresó con otros dos caballos. Abe los llevó a su establo. Cuando los aldeanos se enteraron vinieron a ver los caballos por sí mismos y le dijeron de nuevo que tenia una suerte maravillosa por tener ahora tres caballos. Abe de nuevo respondió : Quien sabe si es buena suerte ¿ Quizá es mala suerte? . Los aldeanos insistían en que no podía ser mala suerte tener tres caballos y no podían creer en lo tonto que era Abe al no poder reconocer su buena suerte.
Un día el hijo de Abe estaba entrenando uno de los caballos salvajes cuando el caballo lo tiró al piso y el muchacho se rompió una pierna.
De nuevo los aldeanos se compadecieron de la mala suerte de Abe y él respondió :“Quien sabe si es mala suerte? “Quizá es buena suerte” Los aldeanos le dijeron: “Quien te ayudará con el trabajo de la granja?
“Yo me las arreglaré” respondió Abe. Tres semanas más tarde, los soldados del gobierno aparecieron y se llevaron por la fuerza a todos los hombres disponibles para ser parte de la armada.
Como el hijo de Abe tenía una pierna rota, no se lo llevaron para el ejército. La historia continúa indefinidamente; pero esta historia es un magnifico ejemplo de aceptación total de lo que nos trae la vida y de confianza en lo desconocido con fe indestructible en que no importa lo que pase será para nuestro bien. Algunas veces nos llenamos de ánimo por lo que en nuestra opinión es bueno para nosotros, o nos deprimimos por lo que consideramos es “malo”. Sin embargo la principal lección de esta historia, es la importancia de tener balance mientras navegamos los altos y bajos de esta vida que siempre está cambiando.
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