Por: Stephen Tolpinrud
Agua es vida; no una mercancía. La cultura occidental que domina la economía global tiene la tendencia a comercializar todo lo que puede. Poner el dolar como precio a todas las cosas puede ser una cosa buena para aplicar a ciertos niveles o eslabones de la sociedad (como en el agua potable que parece abundar a través de los Estados Unidos especialmente en las comunidades de ingresos muy altos ). Sin embargo, para aquellos que se encuentran en la escala económica más baja, el agua potable ha comenzado a ser menos accesible (un ejemplo es la gente de Flint, Michigan). El agua pura se ha convertido en algo al que no cada ser humano tiene acceso, en parte, por la percepción cultural de que el agua es algo que puede ser comercializado, o en otras palabras usado como un “recurso”. De acuerdo con una rápida bùsqueda en Google, la definición de mercancía es la siguiente: “Una materia prima o un producto primario de agricultura, que puede ser comprado y vendido…” En consecuencia, la mercancía no es un derecho humano, sino cosas que son compradas y vendidas. “El agua pura, entonces, es algo que es accesible solamente a aquellos que tienen el dinero para comprarla.
Las Naciones Unidas (UN) en su asamblea general del 2010 declara que, “ todas las personas tienen derecho al agua, no importa donde viven…”Parecería entonces obvio que el agua debería ser un derecho humano, pero extrañamente no lo es- y tristemente la declaración de las Naciones Unidas no tiene mucha fuerza legal a escala global. De acuerdo con las Naciones Unidas casi la mitad de la gente viviendo en la parte sur del mundo, sufren de enfermedades relacionadas con la pobre calidad del agua. Además, actualmente 2.1 billones de gente no tienen agua pura en sus casas, de acuerdo con la organización mundial de la salud.
Entonces, si el considerar el agua como una mercancía es parte del problema, cuál es la solución? En realidad es algo muy complicado y casi nunca hay una panacea para resolver los problemas complejos. Sin embargo, es dificil ignorar el hecho de que los asuntos del medio ambiente, en este caso, el acceso al agua potable o agua pura, son problemas culturales. Lo cual nos dice, que tenemos que estar conscientes de los asuntos culturales.
La cultura Occidental está definida en Wikipedia de la siguiente manera: “La cultura occidental, algunas veces conocida como sociedad occidental y/o civilización europea, tiene una herencia de normas sociales , valores éticos, costumbres tradicionales, creencias, sistemas políticos, artefactos y tecnologías que fueron originadas o están asociadas con Europa”. Aunque cunatitativamente no es necesariamente algo que se puede probar, la mayoría estaría de acuerdo que la cultura occidental bajo la definición anterior tiene muy poco en común con las culturas indígenas de América y aunque no hay culturas perfectas, así como no hay gente perfecta, la mayoría de culturas tienen características valiosas como son las perspectivas ontológicas – La cultura de las tribus Lakota de las planicias centrales de Estados Unidos son un ejemplo de esto.
Los Lakotas perciben el agua de una manera muy diferente a la cultura occidental. No hay manera que en el lenguaje en inglés se pueda traducir apropiadamente la palabra Lakot que define el agua: “Mni”. Sin embargo el autor, proesor y activista Lakota “Tiokasin Ghostorse” intenta hacerlo cuando escribió la siguiente definición: “Usted y yo entre esos que llevan consigo o causan sentimientos con otros a traves de eso mismo”. Eso podría no parecer una de finición de la palabra “agua” para la mayoría de los lectores y es que no lo es. Realmente es la definición de algo mucho más complejo que “agua”.
En otras palabras, agua en el lenguage Lakota no es percibida en la misma manera. “Mni” representa algo más complejo y relacional que lo que es “agua”. Es desde la perspectiva ontológicca el enfoque Lakota de los que hablan inglés llaman “agua”.
La industria America continuará más interesada en construír tuberías para transportar petróleo que en la facilitación de incrementar el agua pura de los ríos que nutre a millones de americanos y gente indígena, como lo ocurido en la reservación “Standing Rock” de North Dakota. Los europeos continuarán usando volúmenes sin precedencia de agua en compración con otras culturas, ejemplo: los europeos usan cerca de 250 litros de agua al dia, mientras la gente de Mozambique usa 10 por día. De acuerdo con la Naciones Unidas, la gente de color continuará experimentando desproporcionadas injusticias en el medio ambiente, como lo sucedido en Flint, Michigan. El agua continuará siendo considerada una mercancía, a menos que la percepción del agua cambie en la cultura occidental. Los Lakotas parecen comprender mejor lo que la población que habla inglés llama “agua”. La palabra Lakota “mni” parece tener una percepción que podría alterar alguna de las culturas occidentales y las ideologías más profundas de la percepción del mundo y todos lo que lo habitan. Esto quiere decir que las partes interesadas en el problema del agua deberían usar mayor sabiduría para empezar a intentar reorientas las culturas e ideología occidentales exponiendo los individuos a las diferentes percepciones del mundo alrededor de ellos.
Finalmente, hay que estar conscientes de que el cambio de la cultura, es sin lugar a dudas, una tarea gigantesca, pero es la mejor cura para sanar las raíces de un problema, en lugar de intentar sanar los síntomas.
Los que estén interesados en las cosas que podemos hacer ahora para conservar el agua potable pueden leer el artículo relaciones con este tema en esta dirección de internet:
Para los que quieran saber más acerca de la palabra Lakota en relación con el agua pueden leer en: https://www.humansandnature.org/living-in-relativity