ABUNDANCIA 2020

“Plantemos semillas de abundancia, esperanza, éxito y amor; ellas regresarán  a nosotros en forma de abundancia. Es una ley de la naturaleza.

Steve Maraboli  (frase traducida del inglés)

Me encanta empezar mi blog con una frase que establezca el tono de lo que escribo y les dé  a los lectores una visión del contenido del artículo. A comienzos de un nuevo año tenemos la tendencia a trabajar en fijar las metas que nos ayudarán a mantener una medida de nuestro progreso a través de la jornada y posiblemente las finanzas familiares son una parte importante de ellas. Por esa razón decidí escribir el primer blog del año sobre la abundancia. ¿Qué entendemos por abundancia? ¿Es lo mismo que prosperidad? Pues bien, hay una diferencia entre las dos y es definida en el diccionario de esta manera: Abundancia incluye el ser interior, el cuerpo, la mente y el espíritu. Como lo expresa la frase de Steve Maraboli, “la abundancia incluye felicidad, esperanza, éxito y amor”. Es el paquete completo. La prosperidad es la riqueza material. Una persona puede ser próspera y no tener abundancia en su vida.

Sin embargo, la abundancia y la prosperidad tienen algo en común; las dos están basadas en cómo la mente ve las cosas o lo que llamamos la riqueza de nuestra mente. Cuando contemplamos la creación de Dios, vemos abundancia, hay suficiente para todos. Desafortunadamente las creencias del ser humano, vienen de lo que aprendemos sobre aquello  que dicen los adultos que nos rodean, o sobre  sus acciones. Cuando somos pequeños absorbemos como una esponja todo lo que vemos y oímos porque es el tiempo del aprendizaje. Nosotros internalizamos esas enseñanzas y empezamos a desarrollar las creencias por las cuales nos regiremos en nuestra vida. Es por eso que las habilidades de los padres y su conocimiento de la psicología del niño,son muy importantes para ayudarlos a desarrollar un estado mental positivo y sano.

La mentalidad de escasez se enfoca en lo que no tienes y usualmente está acompañada por sentimientos de temor, competencia, celos, y carencia. Parte de esa mentalidad es alimentada por baja autoestima y el sentimiento de que no somos lo suficientemente capaces de triunfar. Posiblemente piensas que no tienes suficiente talento para crear un negocio exitoso, no tienes el conocimiento necesario para sobresalir en tu trabajo, no puedes aprender tan rápido como otros…,  esa mentalidad es como una pared colocada en frente de ti que detiene el cumplimiento de tus sueños. Podría serte  difícil entender que puedes cambiar esa mentalidad, pero la verdad es que la mayoría de lo que está sucediendo actualmente en tu vida, se basa en experiencias de tu niñez. Una vez que entiendes que tus limitaciones son el producto de tu propia creación, puedes cambiar el estado mental de carencia por una mente que cree en la abundancia.

Cuando tienes una mentalidad de abundancia tu pensamiento se enfoca en lo que tienes,  en el mundo de posibilidades a tu alcance y en expresar gratitud por lo bueno que es parte de tu vida actual. La mentalidad de abundancia aumenta tu creatividad, te trae gozo aún en situaciones difíciles porque estás consciente que es temporal. Entonces puedes poner tu mente en lo que puedes aprender de la situación, en lugar de enfocarte en el problema.  Te conviertes en una persona que sabe resolver los problemas, analizándolos  en sí mismos, buscando soluciones creativas, buscando consejo de personas expertas en situaciones similares para trabajar en equipo; además diriges tu mente hacia la fe, dejando en manos de Dios el resultado final.

La mentalidad de abundancia no tiene miedo de los competidores. Entiende que algunas veces perderás y otras ganarás , que tus competidores también necesitan un ingreso económico tanto como tú lo necesitas y que cuando pierdes una oportunidad sin sentir que te han quitado algo y sin tener resentimiento, una nueva y mejor oportunidad abrirá sus puertas para ti. La persona con una mente de abundancia bendice a sus competidores y les desea el bien, esto retornará en mayor abundancia personal y familiar.

Ahora que distinguimos claramente los estados de la mente y como impactan nuestras vidas, es hora de aprender como transformar una mentalidad de escasez en una mentalidad de abundancia. La respuesta es la práctica diaria. Es como cualquier otra cosa en la vida. Quieres buena salud? Come bien, haz ejercicio, ora, ten pensamientos positivos cada día. La gente que quiere aprender como crear arte hermoso toma clases y luego practica cada día; para aprender como tocar un instrumento musical se hace lo mismo, practicar. Es a través de la práctica que podemos perfeccionarlo todo, incluyendo el entrenamiento de la mente.

Algunos consejos  para transformar la mentalidad de escasez  en mentalidad de abundancia.

• Fe

La base de una mentalidad positiva es la fe. ¿Fácil de decir, difícil de lograr? Estoy de acuerdo hasta cierto punto. Al comienzo las cosas parecen muy difíciles, pero a medida que practicamos van haciéndose más fáciles hasta convertirse en una parte natural de quienes somos. Cuando tú crees que realmente eres parte de la creación de Dios y entiendes el significado de haber sido creado a su imagen y semejanza, entonces descubres el profundo significado de su creación, pero necesitas meditar con mente y corazón sobre esta realidad de haber sido creado a SU IMAGEN. Llevamos dentro de nosotros todos los atributos divinos, pero porque no lo entendemos no podemos desarrollarlos en su capacidad total.

Cada vez que pensamos que no valemos lo suficiente, estamos demeritando el valor de la creación de Dios. Todos somos diferentes y hemos sido creados con talentos únicos de acuerdo con nuestras necesidades en la vida, pero todos tenemos el potencial para vivir una vida magnífica. Tú tienes que descubrir cuales son tus talentos y usarlos para crear abundancia al mismo tiempo que disfrutas y amas lo que haces.

• Meditación de Conciencia Plena (Mindfulness)

La meditación de conciencia plena, te ayuda a estar consciente de los pensamientos que contribuyen a tener una mentalidad de escasez  o de abundancia. Si notas pensamientos de temor, seguramente estarán acompañados de sentimiento de escasez , de no tener lo suficiente y de no ser lo suficientemente bueno para lograr tus metas. Cuando te das cuenta de lo que estás  pensando, puedes cambiar tus pensamientos recordando que eres una chispa de la divinidad que vive dentro de tu corazón. Tú sabes que el poder no reside en ti por causa de tu inteligencia o fuerza, pero puedes reconocer que eres poderoso a través del poder de Dios. Por el contrario, cuando vives de una manera automática, no te das cuenta del temor que está saboteando tu vida. Es por eso que la meditación de conciencia plena, es una herramienta poderosa para vivir una vida satisfactoria y feliz.

• Gratitud

De acuerdo con un artículo publicado en “Psychiatry NMC” “La gratitud es la apreciación de lo que es valioso y significativo para la persona; es vivir continuamente en un estado de gratitud y/o apreciación. La gratitud ayuda a la gente a sentir emociones más positivas, disfrutar las buenas experiencias, mejorar la salud, manejar la adversidad y construir relaciones fuertes y sanas”. Los beneficios descritos van directamente conectados con la definición sobre la abundancia, que incluye cuerpo, mente y espíritu. Por lo tanto, la gratitud trae abundancia a nuestras vidas.

Algunas formas de practicar la gratitud: 1) Cada noche antes de dormir escribe de 3 a 5 cosas por las que estás agradecido/a ese día. Asegúrate que cada día sean diferentes. La gratitud te ayudará a relajarte y tener paz como preparación para un sueño tranquilo. 2) Comparte tu abundancia con gente necesitada o haz donaciones para causas importantes 3) Deséale prosperidad, amor, salud y paz a los que sufren por cualquier razón. No tienes que ser especifica o conocer a esas personas, solamente envía sentimientos de amor y paz a toda la gente que tenga problemas. 4)  Bendice a tus competidores y siente agradecimiento por la motivación que te dan para ser más productiva y ofrecer un mejor producto a tus clientes. Deséales éxito y prosperidad.

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