“Perdonar es liberar al prisionero y descubrir que ese prisionero eras tú mismo – Lewis B Smedes –
(frase traducida del inglés)
¿Qué es perdonar? Mi definición personal de perdonar es extender misericordia y compasión a aquellos que nos han herido emocional o físicamente. Todos necesitamos aprender acerca del perdón, porque aún cuando es una píldora difícil de pasar, o al menos para mí lo ha sido, es un milagro que todos necesitamos por nuestro propio bien y por la paz del mundo.
El perdón es un proceso difícil que requiere combinar una gran fuerza de voluntad junto con la espiritualidad. Aquellos que han vivido esa experiencia o están yendo a través del proceso del perdón, pueden probablemente entender el desafío que nosotros, como seres humanos, enfrentamos para lograr el perdón de nosotros mismos y el que extendemos a los demás.
De acuerdo con el Dr. Tyler Vanderweele, Codirector de la Iniciativa de Salud, Religión y Espiritualidad de Harvard T.H. Chian School of Public Health, perdonar tiene dos lados: Decisional y Emocional. Él explica que la parte decisional del perdón, incluye “escoger conscientemente reemplazar la mala voluntad hacia las personas que nos han ofendido,por buena voluntad”. Esto sucede cuando no sentimos más el deseo de que le sucedan cosas malas a quienes nos han causado daño.
El perdón emocional es un poco más complicado porque involucra los sentimientos. Necesitamos dejar atrás los sentimientos negativos como el resentimiento y la amargura y no vivir más recordando el pasado y las cosas malas que nos hicieron que nos causó mucho dolor emocional. Trabajar con nuestras emociones es parte de mejorar nuestra salud mental y aunque parezca raro a aquellas personas que no están familiarizadas con el impacto que las emociones tienen en la salud física, la ciencia ha probado que nuestro bienestar depende mucho de nuestra condición emocional, física y espiritual.
Para escribir este artículo investigué el impacto del perdón en nuestra salud mental y física y de acuerdo con un artículo publicado por la clínica Mayo en Mayoclinic.org, los beneficios del perdón están directamente conectados con algunos hechos interesantes relacionados con la salud física y mental. Esta es la lista que encontré:
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Relaciones personales más saludables
Mejor salud mental
Menor ansiedad, estrés y hostilidad
Presión arterial más baja
Disminución de los síntomas de depresión
Mejoramiento de salud del corazón
Mejor autoestima
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El Dr. Vanderweele de la escuela de salud de Harvard, también asegura que el perdón tiene beneficios de salud como: Niveles más bajos de depresión, ansiedad y hostilidad, reducción del uso de substancias adictivas, mejor autoestima y una vida más satisfactoria.
Además de los beneficios mentales, físicos y emocionales, el perdón nos libera del odio, la ira, el resentimiento y el estar rumiando constantemente los pensamientos negativos que son como un veneno que nos mantiene intoxicados permanentemente, incrementando día a día la acumulación de energía negativa que destruye nuestra paz espiritual, esperanza, gratitud y gozo. No hay peor encarcelamiento que el que nosotros mismos construimos alimentando nuestras emociones negativas.
¿Cómo podemos empezar el proceso del perdón? Estos son algunos consejos que podrían ayudarte:
- Escoge perdonar. ¡Es una elección, hazla!
- Concientización y Reflexión
Sé consciente de tus sentimientos de ira y dolor y trabaja para entender qué los impulsa, de donde vienen. Reflexiona sobre el evento que te hirió, cómo reaccionaste, y cómo la ira y el resentimiento te han afectado. Para perdonar es necesario reconocer la realidad de lo que ocurrió y cómo te ha impactado. La reflexión es diferente a pensar o a estar rumiando lo que pasó dejando que las emociones nos invadan. Reflexionar tiene el propósito de entender lo que pasó, sin juzgar a nadie ni lo que sucedió. Para perdonar tú no tienes que estar de acuerdo con lo que sucedió, o continuar en una situación que te perjudica o es negativa para ti en cualquier manera. Perdonar es un proceso interno de purificación de emociones tóxicas, resentimientos y revancha. Tú no necesitas aceptar en tu vida a la persona que te hirió, pero sí necesitas estar en paz con lo que pasó y dejar ir lo que sucedió completamente.
- Hablar con sabiduría
No hables negativamente acerca de aquellas personas que te han perjudicado. Todo empieza con un pensamiento, así que tan pronto notes un pensamiento negativo sobre la persona que te ofendió, usa tu imaginación para ver a ese individuo como un niño/a que está sufriendo. Usualmente las personas que causan daño están sufriendo también. El imaginar su sufrimiento nos mueve a la compasión, previene la conversación negativa y alivia la ira.
- Orar y Meditar
Tenemos que pedir por el don del perdón ya que dependemos del poder de Dios para sanar nuestras heridas y obtener el milagro del perdón. No podemos hacerlo basados en nuestra fuerza de voluntad y nuestra fortaleza espiritual. Empezamos por escoger perdonar, pero necesitamos el apoyo Divino para alcanzar nuestra meta. Es imposible llegar a los brazos del amor de Dios, si no estamos dispuestos a abrazar a quienes llamamos enemigos y no dejamos ir nuestro resentimiento, ira, y rencor hacia todos los hijos de Dios.
Perdonar no se trata de ayudar a quienes nos ofendieron, se trata de liberarnos de la prisión de nuestro sufrimiento. Es un beneficio para nuestra salud física, mental y espiritual; es encontrar la paz y el verdadero gozo.
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